La conciliación de la vida profesional y personal: el reto del día a día.

Hoy Ana os comparte una reflexión y algunos trucos sobre el reto con el que se enfrentan todas sus clientas en las sesiones de coaching que ella ejerce en su oficina: la conciliación de la vida personal y la vida profesional.

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La conciliación de la vida profesional y personal

Hoy Ana os comparte una reflexión y algunos trucos sobre el reto con el que se enfrentan todas sus clientas en las sesiones de coaching que ella ejerce en su oficina: la conciliación de la vida personal y la vida profesional.

Según la revista Times, el resultado de una encuesta realizada a los 100 periódicos y revistas más importantes del mundo muestra un incremento significativo de artículos sobre este tema: la cifra ascendió de 32 artículos publicados entre 1986 y 1996, a 1.674 artículos publicados solamente en el año 2007.

Ummm… decir que la mayoría nos sentimos estresados y arrastrados en diferentes direcciones sería quedarse corto.

Sabemos que mantener un equilibro saludable es muy importante para nuestra felicidad y bienestar pero también es crucial para nuestra productividad y éxito profesional.

Aunque con tantas personas buscando en Google «equilibrio vida profesional y personal», y los miles de artículos escritos al respecto, cabe preguntarse: ¿existe tal equilibrio?

La cuestión es esta: nunca llegarás a hacerlo todo.

SIEMPRE habrá más trabajo por hacer.

Compartimentar todas las áreas de tu vida en pequeñas cajas idénticas es una pérdida de tiempo, no es posible.

El equilibrio perfecto entre la vida profesional y personal no existe.

Sin embargo, sí es posible implementar pequeños cambios en el día a día que te ayudarán a crear un equilibro más saludable.

1. Pon en claro el porqué

¿Por qué quieres tiempo para practicar ejercicio? ¿Por qué quieres pasar más tiempo con tus hijos o tu pareja? ¿Cómo cambiaría tu vida si dispusieras de ese tiempo? Saber el POR QUÉ es importante: te motivará a hacer un hueco en la agenda y permitirá que tu deseo se convierta en realidad.

2. Empieza por ti

La mayoría tenemos una especie de adicción: nos levantamos y lo primero que hacemos es revisar nuestro correo, Facebook, Twitter, mensajes, etc.

Una vez que nos enchufamos a la tecnología, comenzamos nuestro día en base a la agenda de otras personas, en lugar de hacerlo en base a nuestros propios planes.

Si tienes hijos y por la mañana no cuentas con demasiado tiempo para ti, tómate 5 minutos para beber tu café tranquilo, dedica unos minutos a planificar el día o sal 10 minutos a caminar antes de que se despierten los demás. Te prometo que empezarás el día con una energía diferente.

3. Descubre cuáles son tus distracciones

¿Qué es aquello que haces a diario y no te aporta nada?

¿Cuánto tiempo desperdicias en tonterías como mirar las redes sociales o la televisión, o navegar en internet?

Puedes destinar ese tiempo a tus seres queridos o a las actividades que te acercan a tus objetivos.

(Nota: TODOS lo hacemos. Se trata de ser realista en cuanto a cuáles son tus distracciones).

Y sí, lo sé, así es la vida…

A veces tienes que trabajar hasta tarde, tienes compromisos familiares, o te urge adelantar un determinado proyecto. Pero la clave es retomar el ritmo normal cuando termines esas actividades y NO mantener ese ritmo exagerado cuando no lo necesitas.

¿Tienes dudas o preguntas? Déjalas en un comentario y te contestaré encantada.

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